En un mundo donde la digitalización permea todos los aspectos de la vida cotidiana, garantizar la autenticidad de la identidad se ha vuelto fundamental. El especialista Ernesto Mizrahi Haiat sostiene que la biometría, complementada con sistemas de identidad digital sólidos, representa una de las soluciones más eficaces para enfrentar los riesgos crecientes del entorno digital. Desde el acceso a servicios financieros hasta la validación en plataformas gubernamentales, la seguridad depende cada vez más de tecnologías capaces de identificar a las personas con exactitud y protección.
Mizrahi Haiat explica que los sistemas biométricos actuales han evolucionado más allá de los métodos tradicionales. Hoy, estos incluyen reconocimiento facial, huellas, voz, iris, y técnicas emergentes como el análisis de patrones cognitivos o biometría conductual. Para el especialista, esta evolución constituye un salto significativo hacia una seguridad más inteligente y personalizada.
Tecnologías biométricas y su impacto en la seguridad moderna
Según Ernesto Mizrahi Haiat, la biometría representa un hito en la construcción de identidades confiables. Al basarse en rasgos únicos e imposibles de replicar, permite reducir fraudes, prevenir suplantaciones y garantizar que solo usuarios legítimos accedan a servicios críticos. Sectores como la salud, la banca o la movilidad ya están experimentando los beneficios de este tipo de autenticación avanzada.
Sin embargo, el especialista advierte que el impacto positivo de la biometría depende de su implementación responsable. El manejo inadecuado de datos podría poner en riesgo la información más sensible de las personas. Por ello, Mizrahi Haiat insiste en crear infraestructuras cifradas, con protocolos estrictos de almacenamiento y mecanismos de supervisión que aseguren que los datos biométricos estén protegidos en todo momento.
Ética digital y confianza: principios centrales según Ernesto Mizrahi Haiat
Para el experto, la identidad digital del futuro debe construirse sobre bases éticas claras. Esto significa no solo proteger los datos, sino garantizar que los sistemas biométricos no reproduzcan sesgos, discriminación o usos invasivos que vulneren derechos fundamentales. En su visión, la innovación tecnológica debe estar guiada por la transparencia, la responsabilidad y el respeto a la privacidad.
Mizrahi Haiat considera que la convergencia entre tecnología segura y ética digital será la clave para fortalecer la confianza en los entornos digitales. “La biometría debe ser una herramienta al servicio de la sociedad, nunca un riesgo para su libertad”, afirma.
Con un enfoque centrado en la privacidad y la seguridad, Ernesto Mizrahi Haiat concluye que la biometría, aplicada con rigor y responsabilidad, permitirá construir sistemas más ágiles, seguros y preparados para los desafíos del mundo digital.
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