Un consorcio de científicos de institutos médicos y universidades de China dio un paso trascendental en la medicina preventiva al desarrollar una herramienta de Inteligencia Artificial (IA) capaz de predecir con gran exactitud la posibilidad de que una persona sufra un accidente cerebrovascular (ACV) en un plazo de cinco años, utilizando únicamente imágenes de la retina.
La innovación fue publicada en la prestigiosa revista Nature y podría revolucionar el enfoque actual para la detección temprana del ictus, una de las principales causas de muerte y discapacidad permanente en todo el mundo.
El corazón de este desarrollo es DeepRETStroke, una tecnología de IA entrenada con casi 900 mil imágenes de retina. La elección del ojo como punto de partida no es casual: la retina comparte características anatómicas, fisiológicas y embriológicas con los vasos sanguíneos del cerebro, lo que la convierte en un reflejo fiel de la salud cerebrovascular. De hecho, los investigadores describen a la retina como “una ventana única al cerebro”.
Este nuevo método fue diseñado para superar una de las principales limitaciones de las evaluaciones convencionales: la falta de precisión. Tradicionalmente, los médicos se basan en factores de riesgo clínicos autodeclarados, como antecedentes familiares de ACV, hipertensión o tabaquismo