Una semana trascendental en el sector tecnológico dejó en claro que no hay señales de que el auge en la construcción de infraestructura de inteligencia artificial se esté desacelerando, a pesar de las conversaciones sobre la burbuja.
Nvidia cuyos procesadores son la columna vertebral de la revolución de la IA, se convirtió en la primera empresa en superar los 5 billones de dólares en valor de mercado.
Microsoft y OpenAI firmaron un acuerdo que mejoraba la capacidad de recaudación de fondos del fabricante de ChatGPT y OpenAI rápidamente comenzó a sentar las bases para una oferta pública inicial que podría valorar a la empresa en 1 billón de dólares.
Amazon dijo que recortaría 14,000 puestos de trabajo corporativos, pocos días antes de que su unidad de nube registrara su mayor crecimiento en casi tres años.
Estos desarrollos, junto con numerosas llamadas de ganancias y entrevistas con ejecutivos, dejan en claro que la IA se ha consolidado como el mayor catalizador para la inversión corporativa global y el motor del repunte del mercado, incluso cuando algunos cuestionan la sostenibilidad de ambos.
