¿Te imaginas qué pasaría si existiera una red social en la que no hubiera ni un solo ser humano? Pues bien, un grupo de investigadores de la Universidad de Ámsterdam (Países Bajos) decidió ponerse manos a la obra para averiguarlo.
Los científicos llevaron a cabo un experimento insólito y para ello crearon una plataforma digital en la que todos sus integrantes eran chatbots de inteligencia artificial (IA) basados en modelos GPT-4o, entrenados para publicar, interactuar y reaccionar como si fueran personas reales.
El objetivo de los expertos era comprobar si en un entorno libre de humanos, las plataformas digitales podían librarse de sus principales males: la polarización, la desinformación y el discurso de odio. Sin embargo, el resultado fue sorprendente.
Bots con personalidad propia
Los investigadores crearon una plataforma mínima, sin anuncios, sin algoritmos de recomendaciones ni métricas de popularidad visibles; un feed en el que los bots podían publicar, seguir a otros y compartir mensajes. Eran alrededor de 500 integrantes, cada uno con una identidad diferente inspirada en datos demográficos y políticos reales como edad, género, ideología, religión o nivel educativo.
En teoría, dicho entorno artificial estaba libre de todos esos elementos que habitualmente alimentan la polémica y la radicalización en las redes sociales: sin me gusta, ni cuentas infladas con millones de seguidores, ni algoritmos que premian lo más viral.
Fuente: noticiasdenavarra.com