La inteligencia artificial (IA) redefine el negocio de la industria del software. La IA ya re-configura propuestas de valor, márgenes, contratos (menos horas, más resultados) y el mapa competitivo.
Aparecen nuevas líneas de ingreso (agentes, automatizaciones, “AI‑as‑a‑feature”) y servicios que se productizan con activos reutilizables.
Ahora, si nos centramos en las personas, potencia lo humano, no lo reemplaza. En salud, la evidencia muestra que el humano + IA puede rendir mejor que cada uno por separado, con matices según contexto y profesional (radiología y screening mamario).
Estudios en el sector Salud, por ejemplo, reportan seguridad y reducción de carga cuando la IA actúa como lector de apoyo (ver investigación Harvard Medical School).
Software
Con el software sucede algo análogo: la IA multiplica cuando hay buen diseño, datos y liderazgo. ¿Cuánto? El impacto varía:
En laboratorio (tareas acotadas), un RCT reportó hasta 55,8% más velocidad con Copilot.
En práctica empresarial, se estiman ahorros promedio de 10–15% del tiempo total de ingeniería (y más con despliegues maduros).
En código complejo conocido por expertos, un RCT reciente (METR, 2025) halló hasta −19% de velocidad (más lento) por tiempos de revisión y corrección.
Fuente: Infobae