México 6 enero._ Una tecnología permite cambiar de caras en las películas. Hay varias maneras de realizar este proceso, pero en general, implica utilizar técnicas de computación gráfica para reemplazar una cara en una imagen o video con otra cara.
Para hacer esto, se necesitan varias cosas:
Dos imágenes: uno con la cara que se va a reemplazar (llamada «cara de origen») y otro con la cara que se va a usar para reemplazarla (llamada «cara de destino»).
Un software de edición de imágenes que tenga la capacidad de realizar el «face swapping». Hay muchos programas de edición de imágenes y video que pueden hacer esto, desde herramientas de edición profesionales hasta aplicaciones móviles. Luego hablaré sobre ese tema.
Una forma de «mapear» la cara de destino para que encaje correctamente en la cara de origen. Esto generalmente implica marcar puntos clave en ambas caras, como los ojos, la nariz y la boca, para que el software pueda «entender» cómo debería encajar la cara de destino en la de origen. De ahí los sensores que comentaba antes.
Software
Una vez que se tienen estos elementos, el proceso de «face swapping» suele ser relativamente sencillo. El software se encarga de ajustar la cara de destino para que encaje correctamente en la de origen y luego la superpone encima de ella.
El resultado final es una imagen o video en el que la cara de destino ha sido reemplazada por la de origen de manera creíble y sin que se noten imperfecciones.
Es importante tener en cuenta que la calidad del resultado final depende en gran medida de la calidad de las imágenes o videos de origen y de destino, así como de la precisión del mapeo de la cara. Si las imágenes o videos son de baja calidad o si el mapeo de la cara no es preciso, el resultado final puede ser poco convincente o tener imperfecciones visibles.
Fuente: Fuente: wwwhatsnew.com