México 19 noviembre._ Con la misión de preparar el camino de exploración lunar y, en un futuro muy lejano llegar a Marte, la misión Artemisa de la NASA despegó con éxito el miércoles desde el Centro Espacial Kennedy de Cabo Cañaveral en Florida.
“Para llegar al planeta rojo primero tenemos que practicar y la idea es hacerlo en la Luna”, dijo Julieta Fierro Gossman, investigadora del Instituto de Astronomía de la UNAM.
De hecho, la misión busca en una segunda misión colocar un módulo espacial llamado Gateway entre la Tierra y su satélite natural. Este módulo se ubicará en un punto llamado Lagrange, que es donde la atracción gravitacional de la Tierra y la Luna son iguales.
Así, puede estacionarse sin utilizar gasolina, porque se mantiene únicamente por la gravedad. “Estaría dando vueltas alrededor de un punto invisible”, explicó Julieta Fierro.
La idea es que el Gateway funcione aproximadamente 50 años, en donde vivirán los astronautas para realizar diversos experimentos.
La humanidad podrá ir y venir de la Tierra a la estación y a la Luna. Sobre el suelo lunar aprenderán nueva tecnología, usarán impresiones 3D para construir edificaciones, podrán sembrar y cuidar invernaderos, y crearán un “montón” de instrumentos.
Agua y plantas
El objetivo es instalarse cerca de los cráteres ubicados en el polo sur de la Luna, en donde hay agua congelada, que servirá para irrigar las plantas, generar oxígeno e incluso para utilizarse en los alimentos.
Además, el hidrogeno del que está compuesto el agua se puede transformar en paneles solares y en combustible para las sondas que vayan y vengan al Gateway.
También buscan generar un campo magnético que proteja a los astronautas cuando viajen en su sonda, pero está tecnología servirá en un futuro lejano para cuando lleguen a Marte. De hecho, toda la tecnología que vayan creando en la Misión Artemisa, se aplicará posteriormente en el planeta Rojo.