El trabajo de Denis Shiryaev se encargó de dar vida a la Frida Kahlo del “Autorretrato con collar de espinas y colibrí”, el cual fue pintado en 1940, cuando tenía 33 años y es aquí donde gracias a la inteligencia artificial es que se pudo hacer una recreación de su rostro que con sus tan características cejas pobladas, cabello negro ondulado.
Pero la diferencia de la Frida del “Autorretrato con collar de espinas y colibrí” y de Shiryaev es que no hay en su rostro las marcas de la enfermedad y del dolor que la acompañaron durante tanto tiempo cuando estaba en una relación con Diego Rivera.
Sin embargo, además de la recreación de la pintora mexicana, Shiryaev también recreó a la “La Mona Lisa” (1503-1506) y “La dama del armiño” (1490), de Leonardo Da Vinci, en donde la inteligencia artificial fue la encargada de dotarlos de un rostro juvenil.
Lo mismo pasó con pinturas de el “El nacimiento de Venus” (1485-1486), de Sandro Botticelli; “La joven de la perla” (1665), de Johannes Vermeer; “Gótico estadounidense” (1930), de Grant Wood; y “La ronda de noche”, (1642), de Rembrandt.
Por lo que ha todo este proyecto de recreación se le llamó “Siete retratos transformados en humanos vivos”.