La ciudad de Portland, en Maine, endureció la ordenanza local que prohíbe el uso de tecnología de reconocimiento facial por la policía y agencias locales, tras aprobar una nueva iniciativa impulsada desde la sociedad civil a principios de año.
El Bangor Daily News informa que los votantes aprobaron una iniciativa de votación que refuerza la prohibición del reconocimiento facial, siguiendo a una votación del consejo de la ciudad en agosto, que estableció una prohibición preliminar como una ordenanza. Esta medida ratificada en la votación no puede revocarse durante al menos cinco años.
Se trata de una de las prohibiciones más estrictas hasta la fecha en Estados Unidos sobre esta tecnología. Ni las oficinas ni el Departamento de Policía podrán valerse del controvertido software de identificación biométrica, mientras que tampoco se permitirá el uso privado en lugares de “alojamiento público” como parques y edificios.
Las aerolíneas tampoco podrán recabar datos de reconocimiento facial. Las propuestas solamente eximen a las escuelas públicas de Portland, aunque sí se aplica a escuelas privadas, como guarderías y escuelas primarias, secundarias, primarias y de posgrado.
Esta nueva ordenanza no podrá ser revocada en menos de 5 años, además de que impone compensaciones civiles por un mínimo de mil dólares si se viola la disposición. También se establece que violar la disposición puede ser la base de suspensión o despido para personas empleadas por la ciudad, informó el medio The Verge.
Cabe destacar que no prohíben la utilización de dicha tecnología facial en clubes privados, lugares de culto y hogares. Tampoco restringen su uso en espacios fábricas o edificios de oficinas -salvo vestíbulos públicos-. Sí se permite que los funcionarios empleen reconocimiento facial para desbloquear smartphones, etiquetar en plataformas sociales y tapar rostros en las fotos públicas de las fuerzas del orden.