Paul McCartney advirtió de que la inteligencia artificial podría utilizarse para «estafar» a los artistas, por lo que instó al gobierno británico a asegurarse de que las próximas reformas de los derechos de autor protegen a sus industrias creativas.
En todo el mundo, las industrias de la música y el cine están lidiando con las implicaciones legales y éticas de los modelos de IA que pueden generar sus propias producciones tras haber sido entrenados con obras populares, sin pagar de forma necesaria a los creadores del contenido original.
Reino Unido propuso en diciembre una vía para que los artistas puedan licenciar sus obras para usarlas en el entrenamiento de la IA, pero también dijo que debería haber una excepción «para apoyar el uso a escala de una amplia gama de material por parte de los desarrolladores de IA cuando no se hayan reservado los derechos».
En una entrevista de la BBC emitida el domingo, McCartney dijo que le preocupa que sólo los gigantes tecnológicos se beneficien a menos que los derechos de autor estén debidamente protegidos.