Se ha demostrado que aparte de que la Inteligencia Artificial es capaz de hacer actividades independientes después de que se le enseña cómo hacerlas, también es capaz de detectar mínimas diferencias entre imágenes reales y sus reflejos en un espejo: ya que puede llegar a captar la asimetría que escapa al ojo humano y a otras tecnologías.
Y los que descubrieron dicho fenómeno y lo que podía hacer la inteligencia artificial fueron los Investigadores de Cornell University que lograron hallar como la IA puede diferenciar entre una imagen real y su reflejo, las cuales en la mayoría de las ocasiones suelen pasar inadvertidas para el ojo humano y otras tecnologías.
La manera en que esto es posible, es gracias a los algoritmos que tiene dentro de su sistema lo provoca que la inteligencia artificial sea capaz de descubrir detalles que no se tenían en cuenta al momento de comparar las imágenes originales de sus reflejos.
Los científicos de esta universidad lo descubrieron y aclararon con el concepto de que el universo y todo aquello que vemos no es perfectamente simétrico. Ya que se sabe que hay ciertas diferencias que son evidentes para el ojo humano y otras que pasan desapercibidas por este mismo, es por esto que para que no se vaya ningún detalle el ser humano se ha esforzado en desarrollar tecnologías que puedan evidenciar estas variantes entre imágenes, reflejos y copias.
En este caso, el estudio desarrollado por los expertos de la universidad norteamericana se sustenta en la noción de quiralidad. Se trata de un término definido por la ciencia como la propiedad que tiene todo objeto de no superponerse con exactitud con la imagen que le devuelve el espejo.
Asimismo los científicos han determinado que esta tecnología puede ser de gran ayuda para analizar objetos, rostros y otras partes del cuerpo humano, cuando hay dudosa veracidad y pueden ayudar en las investigaciones policiales o forenses.