Desde inicio de la pandemia, no han parado de aparecer diversos diseños de cubrebocas y aunque hay de muchos estilos que prometen protegerte del coronavirus, muchas de ellas no han demostrado su eficacia contra Covid-19.
Pero ahora con la inteligencia artificial que se ha estado desarrollando en la Universidad de Duke se puede medir cuáles de estos productos brindan la mayor protección, ya que la IA puede contar las gotas respiratorias que emiten las personas mientras éstas hablan.
Este nuevo sistema en desarrollo contiene una caja negra, un láser y una cámara de teléfono celular, lo que permite que se lleve a cabo el conteo de las gotas cuando una persona comienza a hablar.
La persona que desee llevar a cabo esto, deberá colocar la boca en un agujero en la parte delantera de la caja y repetir la frase «Manténgase saludable, gente». Mientras esto se lleva a cabo, las gotas en el aire golpean un rayo láser que atraviesa la caja, lo que hace que la cámara registre las partículas de agua que se emiten y al final el algoritmo de detección de características calcula el número de gotas que se producieron.
Pero para demostrar que no todo los cubrebocas no te protegen como prometen, el equipo uso este método en 14 cubrebocas comunes, un parche de material de máscara y una máscara N95 probada por un profesional.
Lo que salio no fue muy prometedor, ya que los cubrebocas N95 reservadas para el personal hospitalario fueron los únicos que proporcionaron la mayor protección, seguidas de las máscaras quirúrgicas de tres capas y cubiertas de algodón.
Pero en cuanto a las máscaras quirúrgicas o de polipropileno estas reducen la transmisión de gotitas en un 90% y los cubrebocas faciales de algodón proporcionaron una buena protección, eliminando del 70% al 90% de las partículas del habla normal.
Sin embargo, aquellos cubrebocas de tela que se suelen vender solo redujeron las gotitas esparcidas en aproximadamente un 50%.
«Teniendo en cuenta que las partículas más pequeñas están en el aire durante más tiempo que las gotas grandes, el uso de un cubrebocas de este tipo podría ser contraproducente», dijeron los investigadores. Los cubrebocas N95 con válvula, sin embargo, solo beneficiaron al usuario.
«Si bien la válvula no compromete la protección del usuario, puede disminuir la protección de las personas que rodean al usuario», explicaron los investigadores en su artículo de estudio. En comparación, el rendimiento de la mascarilla N95 sin válvula ajustada fue muy superior».