El ingeniero mexicano Raúl Durán Jiménez celebró ganar el primer lugar en la edición 38 del Concurso de Robótica Japonesa.
El estudiante proveniente de Sonora estudia actualmente una maestría en el Instituto Kyutech de Japón, esto de acuerdo con la Agencia ID.
Para el concurso, Durán Jiménez presentó un robot blando con piel inteligente que tiene forma de pinza. Para imitar la sensación de tocar piel humana utilizó una hoja de papel adherible.
Este concurso de robótica es uno de los más prestigiosos de su categoría y contó con la participación de estudiantes provenientes de Filipinas, Japón, China y, por supuesto, México. Hay dos categorías para los participantes: nacional e internacional.
“Fue una experiencia muy interesante y de gran aprendizaje, ya que era la primera vez que formaba parte en un concurso de esta magnitud” dijo Durán a Milenio.
Durán Jiménez estudió Ingeniería Mecánica en el Tecnológico Nacional de México y en 2019 obtuvo una beca por parte del gobierno de Japón para continuar sus estudios ese país y en este momento cursa la maestría en Robótica Asistida Avanzada en el Instituto referido, ubicado en la isla de Kyushu, al sur de Japón.
Luego de este logro, el joven mexicano ha sido felicitado por la embajada japonesa en México así como el rector de su antigua universidad, Enrique Fernández Fassnacht. También se ha sumado a las felicitaciones el secretario de educación, Esteban Moctezuma Barragán.
Mano robótica simula contacto humano
Por otro lado, la Universidad de Gifu en Japón ha desarrollado una mano robótica, llamada Osampo Kanojo, que se parece enormemente a una real, tanto en las proporciones como en la sensación al tocarla.
Los propios creadores de esta mano robótica confiesan que su objetivo era ayudar a aquellas personas para las que «encontrar una novia es muy difícil», según recoge SoraNews24. Así, el objetivo de la mano robótica es dar al usuario la sensación del contacto humano.
En realidad, el conjunto completo consiste no solo en la mano, sino en un brazo robótico completo sostenido por el propio bíceps del usuario; pero los verdaderos avances se encuentran en la propia mano.