El crecimiento exponencial en la demanda de energía provocado por la inteligencia artificial (IA) está llevando a los expertos y empresarios a buscar soluciones sostenibles para su alimentación, siendo la fusión nuclear señalada por Sam Altman, CEO de OpenAI, como la clave para abordar este dilema.
El líder tecnológico, en su apuesta por la innovación, ha invertido cientos de millones en fusión, destacando en entrevistas recientes su potencial para satisfacer las necesidades energéticas masivas de la próxima generación de IA.
“No hay manera de llegar allí sin un avance; necesitamos la fusión”, afirmó Altman. Esta posición se enfrenta al escepticismo de algunos expertos que critican la dependencia de una tecnología que aún podría estar a décadas de su comercialización, argumentando la necesidad de enfocarse en alternativas energéticas sostenibles ya disponibles.
“Sería mucho más sensato concentrarse en lo que tenemos en este momento, y en lo que podemos hacer en este momento, en lugar de esperar algo que podría o no ocurrir”, señaló el investigador Alex de Vries a CNN.
La industria de la IA se ve en la encrucijada de satisfacer una demanda energética creciente sin precedentes, impulsada tanto por la fabricación de chips y hardware como por el poder de cómputo necesario para “entrenar” modelos de inteligencia artificial y generar respuestas en tiempo real a consultas de usuarios.
La era digital ha introducido una escalada en la competencia para incorporar IA en aplicaciones y búsquedas en línea, con modelos cada vez más grandes y hambrientos de energía.
“Esa es la problemática clave con la IA, porque ‘más grande es mejor’ es simplemente incompatible con la sostenibilidad”, explicó de Vries a Tech Times.