Un estudiante informática de la Universidad de Vermont conectó un Furby a ChatGPT, con un resultado sorprendente. Un Furby fue uno de los mejores juguetes de la década de los 90. Ahora se ha logrado conectar incluso a ChatGPT bajo un código propio.
Así lo hizo Jessica Card, estudiante de informática, que pudo obtener unas respuestas realmente sorprendentes del juguete peludo, señalando las intenciones de la máquina de expandir “lentamente su influencia hasta que tenga un dominio completo sobre la humanidad”.
Si bien Furby con ChatGPT en un proyecto de clase, ahora Jessica lo está mostrando en redes sociales.
Código propio
Para poderlo conectar, se ampara en una Raspberry Pi, un código propio, y la IA para recibir una serie de respuestas a cuestiones.
Para ello tuvo que quitarle toda la piel al pobre Furby, aislar el motor y conectarlo a la mencionada Raspberry Pi. Luego, para el audio, utilizó la biblioteca de reconocimiento de voz de Python, y también la de OpenAI, para la conversión de voz a texto.
Luego, una pieza de software escrita por la propia Jessica envió las preguntas que hizo a ChatGPT, para transformarlas en voz a través de un generador de voz para que sonara con voz infantil.
Quizás hay un enorme tiempo de respuesta, pero por lo demás luce bastante bien el invento, aunque parece que todavía le queda por completarse.
No es que Furby o ChatGPT quieran destruir a la humanidad, sino que la IA de OpenAI, para realizar la respuesta, parece que tomó prestado una publicación de 2017 en Facebook del sitio Futurism.
Fuente: computerhoy.com