Los jóvenes “sufren, gozan, interpelaran e interactúan más que nadie el impacto de las redes sociales”, por ello la sección principal de la edición número 4 del periódico estudiantil ¡GOOOYA!, Trincheras, abrió el debate a través de los cuestionamientos: ¿Malditas o benditas redes sociales?, ¿podemos vivir sin ellas?
Al respecto, Julio Astillero, resaltó cómo las redes sociales son “la realidad de un mundo cambiante”. Por un lado “han reducido notablemente el monopolio que ejercían los medios convencionales para ser el enlace entre el lector y los hechos” y, por el contrario, también se han convertido “en el ring de posturas ideológicas y políticas manipuladas desde distintos poderes. Las granjas de bots, los trolls, las cuentas falsas y la inducción de falsas percepciones son algunos de los riesgos en redes sociales”.
Por su parte, Karla Motte enfatizó cómo actualmente “habitamos una simbiosis donde lo real y lo virtual están totalmente imbricados”, por ello, es tan pertinente reflexionar sobre la ambivalencia de lo negativo y lo positivo que existe en la “vida virtual”. En ¡GOOOYA!, señaló, se observan “textos frescos, reflexivos y con tono crítico”, que ponen sobre la mesa esta ambivalencia, con temas como discriminación, viralidad e infodemia, en contraste, la creación de comunidades y la libertad de expresión, son aspectos positivos de esta era digital”.
Sin embargo, sin importar lo malditas o benditas que las redes puedan resultar, sin duda, “somos parte de una avalancha informativa que se vuelve la memoria histórica del momento, por ello es importante generar conciencia sobre el uso que le damos y lo que deseamos legar al futuro”, concluyó.
Con un evento híbrido, el lanzamiento del número 4 de ¡GOOOYA! marcó el regreso a los eventos presenciales del Programa de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad (PUEDJS); siguiendo las medidas de prevención contra el COVID-19, la Torre Tlatelolco recibió a algunos de los estudiantes que enviaron colaboraciones para esta edición, comunicó la UNAM.
Durante el evento, los jóvenes autores pudieron convivir con sus pares y el equipo editorial del periódico para compartir sus experiencias y perspectivas sobre los ambientes socio digitales. Al mismo tiempo, el evento fue transmitido por redes sociales.
Noel Mendoza, alumno de la FES-Iztacala y autor del texto “Redes Sociales: arma de doble filo” se mostró emocionado por participar en ¡GOOOYA! Para él, “escribir es una catarsis emocional”; al igual que para Doriane Maika De Swan de la FCPyS, “las emociones son un laberinto hostil, donde las palabras y el arte son un medio de transmutación… estoy feliz por estar nuevamente de forma presencial en la UNAM”, expresó.