Las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial están transformando la mayoría de las actividades humanas, el periodismo no es inmune a estos cambios. La investigación de la relación entre el periodismo y la Inteligencia Artificial (IA) está en el centro del proyecto «Journalism AI», lanzado por Polis -el grupo de expertos en periodismo de la London School of Economics and Political Science- y la Google News Initiative. En colaboración con el profesor Charlie Beckett -director de Polis- y Mattia Peretti de la Iniciativa Google News.
El proyecto nació para promover la alfabetización en inteligencia artificial en las redacciones y hoy, 18 de noviembre, presentó el informe sobre los resultados de una encuesta internacional sobre cómo los medios de comunicación están utilizando actualmente estas tecnologías. 71 organizaciones de 32 países respondieron a varias preguntas sobre la HAI. Cómo se utiliza en las redacciones y cómo se percibe el potencial de estas tecnologías sin subestimar los riesgos que pueden tener en el mundo de la información.
No, los robots no se van a apoderar del periodismo. Sí, las máquinas pronto podrían hacer mucho trabajo periodístico de rutina. Pero la realidad y el potencial de la inteligencia artificial (IA), el aprendizaje automático y el procesamiento de datos es dar a los periodistas nuevos poderes de descubrimiento, creación y conexión». – Charlie Beckett – director Polis
¿Cómo se utiliza IA en la redacción?
En el estudio se pregunta a los periodistas cómo se utiliza la Inteligencia Artificial en sus oficinas editoriales. Las tres áreas más afectadas son la recopilación de noticias (búsqueda de información, identificación de tendencias, investigación y seguimiento de eventos), su producción (creación y edición de contenidos en función de las diferentes plataformas y públicos) y su distribución (personalización de contenidos, estudio de los hábitos de los usuarios, monetización).
En la base de todos los procesos que regulan la inteligencia artificial están siempre y en todo caso los datos, que describen no sólo los hábitos del público, sino también cómo se recibe la información y el periodismo en general. El uso de la HAI impregna el flujo de noticias y esto dificulta la cuantificación de su influencia real.
A la luz de este cambio, se ha vuelto esencial que los periodistas y el mundo de los medios de comunicación cuenten con una estrategia para gobernar el mejor uso de las tecnologías. Muchos de los encuestados dijeron que estaban confundidos sobre los roles y responsabilidades de la Inteligencia Artificial.
Mientras que para muchos es mejor tener una estrategia formal, para otros es mejor adoptar una serie de enfoques diferentes dependiendo de los diferentes usos que se puedan hacer de estas tecnologías. Sólo un tercio de los encuestados admitió haber adoptado estrategias para el uso de AI, frente a los dos tercios restantes.
Cómo cambian las funciones de la redacción con la introducción de la IA
¿Pero entonces los robots tomarán el lugar de los seres humanos? ¿Los algoritmos reemplazarán a las figuras profesionales a las que estamos acostumbrados?
La percepción de los entrevistados sobre estas cuestiones es que seguramente el trabajo periodístico cambiará y que las habilidades tradicionales tendrán que ser adaptadas a las nuevas tecnologías. La IA creará nuevas figuras de trabajo. Aunque la mayoría de los encuestados piensan que es necesario aplicar la competencia de las figuras de trabajo existentes, en lugar de crear figuras nuevas e hiper-especializadas.
Aunque tenemos un equipo de datos en crecimiento que apoya la creación de estas herramientas y de la tecnología impulsada por la IA, la adopción de la IA en nuestra sala de redacción no se trata tanto de la creación de nuevos roles como de la evolución, la formación y la educación de los recursos existentes para convertirlos en IA y tecnologías más avanzadas. Creemos que los datos y la IA no deben ser aislados en unos pocos roles, sino que la fluidez de los datos es necesaria en toda la organización».
Como con cualquier nueva tecnología, también se crean esperanzas y temores de diversa índole en torno a la inteligencia artificial. La encuesta muestra que la tecnología no puede considerarse de forma aislada, sino que tiene efectos que van más allá de las cuestiones prácticas. La inteligencia artificial suscita preocupaciones debido a su poder y potencial que puede afectar a todos los aspectos del periodismo y especialmente porque puede parecer una tecnología compleja e intangible.
En la lucha contra la desinformación y para recuperar su credibilidad en el debate público, los periodistas necesitan cada vez más conocer y controlar responsablemente sus herramientas de trabajo, como explica Mattia Peretti, coordinadora del estudio Google News Initiative. «El uso de tecnologías basadas en la inteligencia artificial presenta enormes oportunidades para el periodismo. Son muchas las cuestiones a considerar, desde cómo afectan estas nuevas tecnologías a la forma en que se presenta la información y, en consecuencia, a la relación con el público, hasta los riesgos que conlleva la interpretación de la inteligencia artificial como una forma de sustituir al periodista y, en consecuencia, de ahorrar costes. La investigación que hemos publicado hoy invita a los editores a evaluar seriamente estas posibles consecuencias y a abordar la inteligencia artificial sin dejar de ser fieles a sus valores éticos y estándares editoriales.
El principal problema que surge en este estudio son los riesgos de una excesiva personalización y polarización de los contenidos dictados por algoritmos: el llamado «sesgo de confirmación».
El primer paso es tener el conocimiento y la información correcta para entender cómo la AI crea prejuicios en el público.
¿Cómo podemos volver a ser creíbles?
La transparencia es sin duda uno de los objetivos del mundo de la información y debería formar parte del sistema de trabajo. El estudio cita como ejemplo a la ONA, la asociación de noticias en línea, que se ocupa de la elaboración de protocolos para la gestión de las tecnologías digitales en el periodismo.
El periodismo no sólo tiene que preocuparse por la transparencia. También juegan un papel fundamental las grandes empresas de tecnología como Google y Facebook, que proporcionan los dispositivos y redes a través de los cuales se producen y transmiten las noticias. Su interés por los datos es enorme y esto hace que la relación entre las organizaciones periodísticas y los gigantes de la tecnología sea ambivalente. El debate ético sobre estas cuestiones debe abordarse desde ambas perspectivas. Como concluye el informe, los periodistas deben ser tecnológicamente competentes para no dejar las riendas del debate a los desarrolladores y técnicos.
¿Qué futuro para la IA?
Según los entrevistados, las áreas en las que será necesario implementar el uso de la inteligencia artificial para facilitar el trabajo de los periodistas serán la verificación de la identidad y una recolección más precisa de las noticias, mejores herramientas para la producción de contenidos y el fortalecimiento de los canales de distribución de noticias.