Los expertos esperan que el gas natural desempeñe un papel clave en la transición mundial hacia una huella baja en carbono.
Mientras tanto, el auge de la inteligencia artificial (IA) impulsará su utilización en el consumo de electricidad. Desde mediados de abril, los precios de los futuros del gas natural en Estados Unidos han subido aproximadamente un 62%, y los del gas neerlandés un 18%, debido a la intensificación de las tensiones geopolíticas en Oriente Medio, la reducción de la producción en terreno estadounidense, las interrupciones del suministro en Noruega y las expectativas de crecimiento de la demanda.
Se prevé un aumento de la demanda de gas natural
Según S&P Global Commodity Insights, «la demanda mundial de energía aumentará un tercio en los próximos 10 años, incluida la demanda de los centros de datos, y el gas natural desempeñará un papel importante como fuente de energía de carga base». Se espera que el gas natural añada 47 gigavatios al año en el período comprendido entre 2024 y 2035.
Algunas fuentes indicaron que la demanda de gas crecerá especialmente en los mercados emergentes de Asia debido al aumento de la población, el desarrollo industrial y el cambio hacia la descarbonización de los combustibles fósiles a finales de este siglo.