La startup australiana Dystech usa la inteligencia artificial (IA) y el cloud computing para la detección de dislexia en niños.
Sin la detección temprana, la dislexia puede crear dificultades en el aprendizaje y requiere apoyo adicional por parte de los docentes. Pero puede ser difícil detectarla a temprana edad y en Australia las pruebas suelen ser muy costosas, en el caso de un diagnóstico oficial; o bien pueden ser poco confiables en el caso de las pruebas de menor costo, de acuerdo con el CEO y cofundador de Dystech, Hugo Richard.
En el kínder aprendes por experiencia. Pero cuando vas a la primaria tu medio de aprendizaje es la lectura y la escritura. Y eso es nuevo para cada niño, pero si eres disléxico no vas a entenderlo. Así que la curva de tu aprendizaje será mayor.
Esta aplicación es producto de años de investigación, en los que Dystech ha recolectado y analizado grabaciones de audio de personas con dislexia para identificar similitudes y diferencias. Al respecto del algoritmo con el que trabaja la aplicación, Richard explica:
Con estos datos, hemos entrenado al algoritmo para que reconozca la diferencia entre disléxico y no disléxico. Y con este algoritmo se puede analizar la grabación de una persona para determinar la probabilidad de que tenga dislexia. Está basado 100% en inteligencia artificial: el algoritmo y la predicción, no hay trabajo humano en el proceso.
De acuerdo con Richard, el enfoque de Dystech es preciso y accesible en cuanto a costo, gracias a un procedimiento automatizado que usa inteligencia artificial para evaluar la lectura del usuario y determinar la probabilidad de que tenga dislexia.
Aunque la prueba de Dystech no provee diagnóstico y la empresa no ofrece asistencia médica, el uso de esta herramienta puede ser el inicio para que los alumnos con dislexia o algún otro impedimento reciban atención.