El cambio y las nuevas preferencias de los viajeros ha impactado de forma sorprendente en diferentes rubros , incluidos el sector financiero, turístico y hasta de inversión.
De acuerdo al especialista Rodrigo Besoy Sánchez las nuevas tendencias arrojarán más oportunidades de inversión que podrán ser explotadas y seguirán en crecimiento a pesar de la pandemia por Covid-19 que actualmente se enfrentan.
La practicidad, comodidad, confort, relajación, privacidad, vanguardia, ubicación y medio ambiente, son algunas de las características que cada vez más buscan los viajeros y que ha llevado a la creación del concepto “economía de experiencia”.
“Destacados economistas y teóricos tuvieron a bien clasificar como “economía de la experiencia” a aquellos servicios de alojamiento en los que el entorno y la naturaleza adaptable de los inmuebles ha cobrado relevancia sobre el servicio en sí, lo que permite a los huéspedes tener alternativas para residencias principalmente cortas”, explica Rodrigo Besoy.
Ante esto también han resaltado los hoteles business class boutique, es decir, hoteles de lujo que surgieron desde 2013 y que cuentan con una tasa de ocupación del 60% y un rendimiento promedio que los ha convertido en objeto de inversionistas.
La rentabilidad de los hoteles business class boutique es lo más destacado pues al tener como clientes objetivo a turistas de entre 25 y 50 años con un nivel socioeconómico A/B, registran un margen de utilidad que va del 24 al 36 por ciento.