Algunas de las secuelas que ha informado la Academia de Medicina sobre el COVID-19, son daños respiratorios, cardíacos y psicológicos.
La Academia de Medicina, indica que la fibrosis pulmonar puede persistir después de la infección inicial. Se caracteriza por un descenso progresivo de la función respiratoria, una mayor susceptibilidad a las infecciones respiratorias y puede aumentar la mortalidad en las personas de avanzada edad. Enfermedades cardíacas, como la miocarditis inflamatoria, que se encuentra con frecuencia en pacientes tratados en cuidados intensivos o trastornos del ritmo cardíaco.
Para tratar estas secuelas, la Academia de Medicina recomienda «dentro de los límites de [sus] conocimientos actuales» varias cosas, entre ellas la reanudación de la actividad física lo antes posible, la vigilancia «en cuanto a la calidad funcional de los órganos más afectados» y medidas relativas a la organización del trabajo en los hospitales para reducir el riesgo de «agotamiento».