México 22 enero._ Un potente láser proyectado hacia el cielo ha sido capaz de desviar los rayos de una tormenta. «Se trata de la primera vez que se observa el efecto de un láser en los rayos.
Nadie había usado hasta ahora esta tecnología para proteger una infraestructura», asegura Aurélien Houard, autor principal de este experimento realizado en Suiza cuyos detalles se publican en la revista Nature Photonics.
Según sostienen los autores del consorcio internacional que firman esta investigación, sus resultados podrían ser aplicados para proteger infraestructuras críticas y sensibles a las tormentas eléctricas, como aeropuertos, plantas energéticas o plataformas de lanzamiento de misiones espaciales.
De hecho, como explica Aurélien Houard, investigador de la Escuela Politécnica de París, «Arianegroup, empresa especializada en equipamiento para aeropuertos y plataforma de lanzamiento de cohetes, ya participa en el proyecto». Ariane es la compañía encargada de lanzar la mayor parte de misiones de la Agencia Espacial Europea (ESA) desde el Puerto Espacial de Kurú, en la Guayana Francesa.
No obstante, el investigador cree que el desarrollo de la aplicación para su uso comercial «puede tardar entre 10 y 15 años», apunta el científico.
Del pararrayos al láser
Actualmente, el instrumento más utilizado para intentar evitar los efectos de los rayos sigue siendo el pararrayos, que fue inventado por Benjamin Franklin en 1752. El primer modelo desarrollado fue bautizado «pararrayos Franklin» en homenaje al político, científico e inventor estadounidense que tanto contribuyó a la investigación de la electricidad.
El pararrayos está diseñado para atraer un rayo ionizado del aire para conducir la descarga hacia tierra con el objetivo de que no cause daños a personas o construcciones.
La idea de usar láseres con el mismo fin había sido planteada hace muchos años aunque hasta ahora no se había demostrado su viabilidad.
«Se propuso la idea inicialmente en los años 70, y durante los últimos 50 años se realizaron numerosos estudios tanto en laboratorio como en el campo para tratar de hacerlo realidad. Pero nadie logró observar ningún efecto del láser sobre el rayo», señala Houard.
Fuente: elmundo.es