Para la reconocida empresaria y especialista en programación neurolingüística, Bárbara de la Rosa será en un lapso de cinco a siete años, cuando el contenido que consuman las personas sea entre un 80 y 90% sintético, de ahí la importancia de incorporar rubros como el Big Data y la Inteligencia Artificial a las aplicaciones de la neurociencia.
Lo anterior parte de que durante la última década, la revolución tecnológica ha atraído grandes avances para todas las industrias, y durante este tiempo Bárbara, ha buscado incorporar otras disciplinas para ampliar su conocimiento y dar un paso hacia adelante apoyada de la tecnología.
Quien fuera emprendedora, y ahora reconocida como una de las empresarias mexicanas más grandes y visionarias a nivel América Latina, en materia de neurociencia aplicada a la inteligencia emocional, precisa que es el momento preciso para buscar nuevas formas en las que las personas puedan apoyarse de la tecnología para encontrar solución o respuesta a problemáticas propias del ente social.
“Aunque puede generarse una discusión profunda en torno al contenido generado a través de algoritmos o Inteligencia Artificial cuestionando su veracidad o precisión, lo cierto es que debemos entender que las formas de consumo están cambiando a un ritmo acelerado, a tal grado que en promedio una persona pasa diariamente hasta 48 minutos viendo videos online de cualquier temática”, explica Bárbara de la Rosa.
El rol de la Inteligencia Artificial
De la misma forma, Bárbara de la Rosa asegura que antes que todo, se debe comprender que la Inteligencia Artificial está inspirada en el cerebro humano.
«Es decir, nosotros somos una fuente de la que aprende comportamientos, sentimientos, intenciones entre otros aspectos que la hacen inteligente más no un sustituto del humano”, detalla.
Además, establece que el cerebro humano al ser el órgano más poderoso, con billones de neuronas y una neocorteza híper desarrollada, proveerá a la Inteligencia Artificial con los elementos necesarios para que ésta a su vez, ayude a la sociedad resolviendo problemáticas exclusivas.
“La neurociencia y la neurolingüística son ramas científicas que serán el pilar del desarrollo tecnológico que veremos en los próximos años. El subconsciente, comportamiento, leguaje y emociones de las personas serán la base para la nueva era en la que nos adentramos, de ahí la importancia de su entendimiento y correcta aplicación”, señala la especialista.
Finalmente, Bárbara de la Rosa comparte que se encuentra trabajando en la creación de un psicólogo digital operado por Inteligencia Artificial, que a través de la función cerebral tan compleja y al mismo tiempo simplificada como puede ser el lenguaje humano, contribuya a mejorar exponencialmente el desarrollo e interacción de las personas en cualquier ámbito.