La inteligencia artificial (IA) ha dado pasos agigantados en su evolución hasta el punto en el que varias tecnológicas la adoptaron para implementarla en sus diversos servicios.
Sin embargo, más allá de ser una herramienta que significa en ocasiones una gran ayuda para los usuarios, puede causar graves problemas en diversas áreas como lo son el sector ambiental, así como dar preocupación en cuestiones de datos personales, en los cuales Meta estaría involucrada por sus recientes normas.
Además, Apple y Google podrían llegar a un acuerdo para utilizar “Gemini” en los dispositivos de la manzana mordida.
La IA está trayendo consigo un efecto secundario nada deseado, pues según Google, que había prometido rebajar sus emisiones netas de dióxido de carbono (CO2) a cero para 2030, anunció que, por el contrario, subieron un 48% en los últimos cinco años debido a la IA en muchos de sus productos.
En el último año, las emisiones de gases de efecto invernadero de Google alcanzaron los 14.3 millones de toneladas de CO2, un 13% más que en 2023, y un 48% más con respecto a 2019.