Inteligencia Artificial
AI-Mind, un proyecto de 5 años financiado por Horizon 2020 con el objetivo de facilitar un cambio de paradigma en la práctica clínica, comenzará el 1 de marzo de 2021. AI-Mind creará herramientas digitales inteligentes para la detección de la conectividad cerebral y la estimación del riesgo de demencia en personas afectadas por deterioro cognitivo leve.
Terapias preventivas más tempranas
El riesgo de demencia se puede reducir adoptando hábitos de estilo de vida saludables y controlando afecciones tratables como la diabetes y la presión arterial alta. Gracias a las herramientas AI-Mind, el tiempo para hacer un diagnóstico, que puede llevar varios años con las tecnologías actuales, podría reducirse a solo una semana. Esto les da a los médicos y pacientes una ventana para intervenciones preventivas, terapias y medidas de rehabilitación en las primeras etapas del curso de la enfermedad.
Con la tecnología disponible actualmente, muchos pacientes reciben su diagnóstico solo después de la aparición de la demencia. Como consecuencia, es posible que no exista la oportunidad de iniciar terapias preventivas. Para las personas con deterioro cognitivo leve (DCL), el riesgo de demencia es casi un 30% más alto que las personas no afectadas. Por lo tanto, necesitamos herramientas de diagnóstico efectivas para la evaluación e intervención temprana del riesgo de demencia para las personas con deterioro cognitivo leve.
La demencia afecta a decenas de millones en todo el mundo
Actualmente, hay más de 50 millones de personas que viven con demencia en todo el mundo. Para 2030, podemos esperar que ese número alcance los 82 millones. Además de las investigaciones de pacientes que consumen mucho tiempo y tienen un bajo poder discriminativo para el riesgo de demencia, las opciones de tratamiento actuales se centran en el manejo tardío de los síntomas.
Esto tiene numerosas implicaciones en términos de costos familiares, médicos y de atención. Retrasar el declive que causa la demencia reducirá significativamente los costos médicos y sociales generales para los pacientes y disminuirá la presión sobre las compañías de seguros y los sistemas de salud.
